Denuncia que ni cuando la pandemia de Covid 19 los pacientes tuvieron tantos problemas. Nueva EPS, Mutual Ser, Cajacopi y Coosalud son las prestadoras con más quejas en Barranquilla, que han crecido 56.3%.
Por José Granados Fernández
X: @JoseGranadosF
Con cáncer pulmonar y una inflamación en el cerebro, Ángel María Álvarez Rodríguez camina lento, apoyado en un bastón de madera. Arrastra los pies.
—Estoy corto de respiración y se me está durmiendo el cuerpo, cuenta.
Tembloroso, pausa la conversación para revisar la bala de oxígeno portátil a la que está conectado por una cánula. El equipo que usa las 24 horas le sirve para movilizarse fuera de su casa, en el barrio Rebolo.
Junto a él, su hija Aracelis, con desconsuelo, tramita en el Centro de Atención de la Personería de Barranquilla, esquina de la carrera 45 con 38, una queja contra la EPS Cajacopi, que no da respuesta a otro examen de urgencia.
—Necesito una radiocirugía, Cajacopi dice que la autorizaron para las clínicas La Misericordia y Porto Azul, pero ninguna la ha admitido, prosigue Ángel María con su queja.
Con fastidio, pronuncia la célebre frase barranquillera para fustigar la negligencia, burla e indolencia de los prestadores de salud: —Me están bailando el indio.
24 horas conectado a un tanque de oxígeno
—Hace 8 meses, me ordenaron otro examen cerebral, fui a la Clínica Bonnadona, dijeron que el equipo estaba dañado y me aplazaron para el 10 de abril. Estoy esperando. Nada de esto es justo, reprocha por la falta de una atención oportuna.
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I. “LA SALUD ESTÁ EN UNA SIN SALIDA”
La no entrega de medicamentos, en un mayor porcentaje, y la tardía asignación de citas y exámenes especializados, que tardan de 3 a 6 meses, son las fallas más graves que en Barranquilla registra hoy el Sistema de Salud, debido a la crisis que en todo el país ha creado el gobierno del presidente Gustavo Petro en su objetivo de imponer una reforma.

“Estamos frente a una crisis humanitaria; la vida de muchas personas está de por medio”, afirma el personero distrital, Miguel Ángel Alzate, con base en las estadísticas de 2025 que muestran un crecimiento en las quejas y reclamos de pacientes que diariamente llegan a esa entidad en busca de ayuda.
Dice que ni siquiera durante la Pandemia de Covid 19 hubo tantos problemas como hoy por la no entrega de medicinas.
Las estadísticas indican que en 2024 la Personería de Barranquilla recibió 6.520 quejas asociadas a la desatención de las EPS, por casos que iban desde la no entrega de medicamentos hasta la no autorización de visitas domiciliarias.
“En 2025, en los tres primeros meses, se registraron 3.675 quejas, de las cuales el 70% correspondieron a la no entrega de medicinas”, documentó Alzate en entrevista con 30dias.co.
“Cada día hay más complicaciones”
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A pie desde el barrio San Roque y en bus desde El Campito, Catalina Martínez Arrieta y Damaris Vargas Tejada llegan a la Personería a buscar ayuda. Ante ellas, Wilson Llanos, Coordinador de Salud, y otros funcionarios dedicados a atender a la comunidad, envía, una y otra vez, mensajes por wasap y llama a las EPS.
Las dos mujeres sufren su drama por circunstancias diferentes.
Catalina aboga por la atención domiciliaria de sus dos hijos, de 29 y 30 años, que nacieron con parálisis cerebral y retardo mental. Toda la vida han estado en cama.
—Hasta hace un año, la Nueva EPS iba a la casa, los atendía un médico y le formulaba los medicamentos; pero ya no van. Quieren que yo los lleve a consulta, pero me queda imposible, ellos pesan, narra la mujer, frágil y de baja estatura, que no sabe qué hacer para recobrar la atención de sus hijos.
El año al que ella hace referencia es el que, justamente, tiene la Nueva EPS de haber sido intervenida por el gobierno de Petro. Todo empeoró.
—No van a la casa porque dicen que San Roque es zona de alto riesgo, imagínese.
Ante la falta de atención médica, hace pocos días, con ayuda de vecinos, montó a Jesús María y a Luis David en un taxi y fue a la Nueva EPS, pero los burócratas de la entidad insistieron en que no pueden ir a atenderlos en casa.
La lucha de Damaris es contra Mutual Ser. Desde enero, la EPS no le entrega un medicamento que resulta esencial contra el Síndrome de Sjögren, enfermedad autoinmune crónica que le reseca los ojos y le escama o agrieta su piel.
Ella es consciente de que si se descuida puede sufrir complicaciones, en riñones, pulmones, articulaciones, nervios u otros órganos.

Como Mutual Ser le dice que no tiene el medicamento, le pidió al reumatólogo tratante que se lo cambiara, pero este le respondió que no era posible, que su mal se trata solamente con esa droga.
—Yo no tenía estas dificultades. Ya se venció el tiempo para que la EPS resolviera lo del pendiente de enero, ahora estoy sin la medicina y por eso me tocó meterle una tutela a Mutual Ser, con ayuda de la Personería. No puedo descuidarme.
II. LAS EPS SE BURLAN DE LOS JUECES
El Informe Ejecutivo del Consejo Nacional de la Judicatura, CNJ, órgano rector del sistema judicial, dice que en 2024 en el país, después del derecho de petición, el derecho más reclamado ante los jueces fue el de la salud, con 29.1% (277.105) de las tutelas del año pasado, que en total fueron 952.251.
De esas tutelas por el derecho a la salud, el 28.4% terminaron en incidentes de desacato en el país, el porcentaje más alto de las quejas presentadas, dijo el CNJ.
Para este año, en Barranquilla en los tres primeros meses la Personería presentó 320 tutelas en defensa de la salud de personas enfermas desatendidas; de estas ya hay 200 incidentes de desacato en marcha.
“Este es otro indicativo de la difícil situación que existe”, reafirma Alzate.
30dias.co conoció que para evitar el carcelazo de sus funcionarios las EPS comenzaron a hacerle trampa al Sistema Judicial. Como hoy la tutela recae directamente sobre un responsable, las prestadoras de salud han optado por rotar, cambiar o remover de esos cargos a los entutelados para eludir la justicia.
Otra trampa de las EPS es que cuando un juez les pregunta por qué no le han dado los medicamentos a un paciente, responden que ya expidieron las órdenes y hasta envían las copias. Lo hacen a sabiendas de que al reclamante no le van a resolver nada, engañan al juez que termina archivando el caso. Al final, en efecto, todo resulta en una farsa porque al paciente no le resuelven nada, pues cuando va con la orden de la EPS al dispensario farmacéutico, le responden lo mismo: “no hay medicamento”.
Y no hay medicinas porque las EPS les deben a los dispensadores farmacéuticos $907.000 millones; a su vez, a cierre de marzo, el Gobierno Nacional les debía a las EPS $5.4 billones en el Régimen Subsidiado y $9.9 billones en el Régimen Contributivo. En esa cadena de deudas, las EPS les deben a los hospitales y clínicas que les prestan servicios $19.8 billones.
En resumen, todos esos incumplimientos afectan a los usuarios que se están muriendo o están sufriendo el deterioro de su salud.
III. LA SITUACIÓN VA A EMPEORAR
El personero Miguel Ángel Alzate advierte que suspender los tratamientos por la no entrega de medicamentos de enfermedades catastróficas y huérfanas, cardiológicas o las derivadas por la diabetes y la hipertensión o las de salud mental, “generará más problemas” debido a que los pacientes van a agravarse y el Sistema de Salud se verá sometido a una mayor presión financiera por hospitalizaciones costosas.
Sin medicinas los pacientes se agravarán
“No vemos un horizonte que pueda dar tranquilidad, pues, si el origen es un debate en torno a la reforma, vemos que ahora llegarán las campañas políticas y puede acentuarse la crisis”, opina el representante del Ministerio Público.
Propone que todos los actores de esta crisis, Gobierno Nacional, gestores farmacéuticos, hospitales y clínicas y las EPS, “se sienten para lograr un acuerdo que permita que el abastecimiento y los inventarios de medicinas sean suficientes para atender a los usuarios”.
Opina que el escenario actual de polarización no puede acentuarse en busca de réditos políticos, porque los afectados seguirán siendo los pacientes.“No hay claridad sobre qué es lo que está pasando, pues el Gobierno dice una cosa, las farmacéuticas otras y las EPS otra, así que lo ideal, lo que proponemos, es que, como estamos en medio de una crisis humanitaria, todos los actores se sienten y resuelvan esta situación. No pueden seguir afectando la salud, la vida, de los colombianos”, sostiene el Personero de Barranquilla.