Usuarios del Distrito de Riego Santa Lucía – Suan responsabilizan a la Gobernación de la falta de agua. El proyecto de 1.500 hectáreas está al borde del fracaso.
Por José Granados Fernández
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En ocho meses, la siembra de cacao y plátano anunciada como un proyecto productivo esperanzador para la generación de empleo y prosperidad en Suan y Santa Lucía pasó a la frustración, las deudas y el desasosiego por negligencias que los afectados atribuyen, paradójicamente, a la propia Gobernación del Atlántico que los “embarcó y endeudó” en la llamada revolución agrícola del sur.
La administración de Elsa Noguera anunció y se comprometió públicamente con el plan agroindustrial que beneficiaría a 210 familias y garantizaría la compra de las cosechas por 20 millones de dólares; ahora, el gobierno de Eduardo Verano, a través de la secretaria de Desarrollo Económico, Marisabella Romero Sanjuán, les dice a los campesinos que “no hay ningún compromiso” y que “actuaron por su cuenta y riesgo”.
Romero, ficha burocrática del senador Efraín Cepeda en el gabinete de Verano, en una respuesta por wasap para no atender una entrevista con 30dias.co, porque estaba en “varios eventos”, dijo que “ese proyecto está avanzando” y afirmó que “los inversionistas extranjeros están avanzando en sus actividades”.
De su respuesta, alejada de la realidad, surgen dos preguntas:
¿Cómo puede decir la funcionaria que están “avanzando” si en la primera siembra, que hubo en marzo, de 48.000 matas de plátano se perdió el 90%, equivalente a 43.200 unidades, según el cálculo de los afectados, porque la Gobernación no suministró el agua 24/7 a la que se comprometió?
¿Cómo puede la secretaria de Desarrollo afirmar que el “inversionista está avanzando” si la empresa israelí Bean & Co habla de “pérdidas” y cuestiona que la administración Verano le está “sacando el cuerpo” a los compromisos, que “no les da la cara a los campesinos” y califica de “deportivas” las excusas de Romero para no cumplir lo acordado en el plan agroindustrial?
FRUSTRADOS Y ENGAÑADOS
El viernes, durante un recorrido por el Distrito de Riego, 30días.co recibió las quejas, denuncias y frustraciones por lo que hoy viven los usuarios que conformaron el año pasado 6 asociaciones campesinas por petición de la Gobernación para que ingresaran al proyecto y pudieran recibir la financiación del Banco Agrario y el Incentivo de Capitalización Rural Atlántico, ICRA, que la administración departamental les aportaría.
“Hoy nos sentimos engañados”, dijo enfadado Ramón Aristizábal Ocampo, conocido en la región como ‘El Cachaco’. “Yo —afirmó— era una persona autosostenible, ahora soy un limosnero que tengo que pedirles a los vecinos. Además, le debo al Banco Agrario $224 millones. ¿Cómo voy a pagar si no hay cultivo, todo se murió por falta de agua?”
Contrario a lo que dice el gobierno Verano, Aristizábal recordó que, hace dos años, la Gobernación los buscó para que, además de asociarse, cambiaran de actividad agropecuaria. Entusiasmado por el proyecto, él, que tenía pasto de corte y 70 reses que le permitían vivir de la venta de leche y carne, aceptó, limpió sus terrenos y le plantaron en cuatro hectáreas, con la asesoría técnica de Bean & Co para la instalación y funcionamiento del sistema de riego, 4.800 matas de plátano (1.200/ha). El compromiso era que a los 4 o 5 meses le sembrarían igual cantidad de matas de cacao. Más atractivo le resultaba saber que los israelitas le comprarían todas las cosechas.
“Nos dijeron que sembráramos el oro verde, como llaman al cacao, yo vendí… y mire el oro que tenemos: monte y escobilla”, cuestionó, sudoroso y enojado, mientras mostraba con “pena y frustración” la única mata de plátano que quedó viva en una de las hectáreas que preparó: la planta está cubierta por una frondosa maleza, de más de dos metros de alto, que también se ha tragado todos los aspersores, microaspersores, filtros, válvulas, controles y las tuberías de diferentes diámetros que instaló Bean & Co.
En zonas tropicales como la del sur atlanticense es indispensable sembrar primero el plátano para garantizar una buena cobertura de sombra que permita después cultivar el cacao.
“Nada que llega el agua 24/7”
PALOS EN LA RUEDA
Luis Humberto Martínez, ex secretario de Desarrollo en la administración Noguera, recordó, en diálogo con 30dias.co, que el agronegocio con el grupo israelí LR Group y Bean & Co consiste en volver productivas, inicialmente, con plátano y cacao 1.500 hectáreas del Distrito de Riego de Santa Lucía – Suan, subutilizado desde su construcción a mediados de los años 60.
En efecto, donde no hay monte y rastrojo, su deteriorada infraestructura ha servido para dos cosas: realizar pequeñas actividades agropecuarias, con frutales y alimentos de pancoger, como papaya, yuca, ahuyama, ají y guayaba o para hacer ganadería en pequeña escala, y para enriquecer a congresistas que gestionan recursos con el Gobierno Nacional para direccionar contratos en los que no invierten todos los recursos. Esa es la denuncia que por años han hecho y siguen haciendo líderes sociales sureños como Gustavo De la Rosa.
Contrario a la falta de productividad, los israelitas, además de la transferencia de tecnología, están dispuestos a invertir 40 millones de dólares: 20 millones para comprar todo el cacao y el plátano y los 20 restantes para construir una planta productora de agua de cacao, harina de cacao y cacao seco, productos de exportación. Su meta es procesar 50.000 toneladas al año de mazorcas de cacao y emplear a 90 personas, informó la Gobernación el 22 de febrero de 2023.
“Arranca un nuevo proyecto productivo que va a cambiar la vida de todos los campesinos de Santa Lucía y Suan. A través de la siembra de cacao y plátano llenaremos esto de mucha vida, oportunidades, empleo, emprendimiento, ingresos para estas familias que tenían sus tierras, pero no las ponían a producir”, informó ese mismo día Noguera al celebrar que el Banco Agrario les había aprobado a 23 productores $3.700 millones, incluido el ICRA, para iniciar las cosechas en las primeras 75 hectáreas de tierra.
“VERANO NO NOS ATIENDE”
Tal anuncio era el comienzo de la panacea agrícola esperada durante 60 años, pero, por lo que está sucediendo resultó algo demasiado bueno para ser real, porque ahora la Gobernación piensa y actúa de otra manera, “metiéndole, inexplicablemente, palos a la rueda del proyecto que institucionalmente concibió y apoyó”, enfatizan los afectados.
Con preocupación por las millonarias deudas con el Banco Agrario, aunque los dineros no han sido desembolsados, pero están corriendo los intereses mensuales, los campesinos han buscado al gobernador Eduardo Verano. “En ningún momento nos ha querido atender”, dijo Henry Moreno Álvarez, de Asocasur 6 que tiene 9 asociados que deben entre $1.500 y $1.600 millones.
Advierte que tras la pérdida del 90% del plátano por la sequía de comienzos de año, en invierno estarán expuestos a inundaciones y a perder lo que cultiven porque el operador Funrural, contratado por la Gobernación, “no ha limpiado los canales de drenaje”.
30días.co constató en terreno que mientras esos trabajos se necesitan con urgencia, una nueva retroexcavadora del Distrito de Riego, entregada por la Agencia de Desarrollo Rural, está varada por falta de combustible. Se encuentra a un lado del caño de drenaje de más de 5 kilómetros que va de Santa Lucía a Manatí.
Cómo pagar los créditos bancarios
Moreno Álvarez rememoró que Verano los envió a hablar con la secretaria Marisabella Romero y ella fue la portadora de las malas noticias. Les dijo, contrario a los que les anunciaba la administración Noguera, que “no había compromisos ni contratos por cumplir con ellos ni con Bean & Co”.
“La Gobernación nos busca y nos dice que entremos al proyecto para que fuéramos los nuevos empresarios del campo, pero ahora somos los nuevos deudores del banco”, manifestó al recordar la respuesta negativa que recibieron de la secretaria de Desarrollo, que no reconoce que la administración departamental metió a los propietarios en la ‘vaca loca’ del proyecto agroindustrial y las millonarias deudas.
“No tenemos nada para mostrarle al banco”
Al insistir en una segunda reunión con Verano, volvieron a enviarlos a Desarrollo Económico, pero la secretaria ya no estuvo disponible, sino que delegó a un subsecretario quien insistió en lo mismo. Es decir, a la desesperación de los afectados comenzaron a darle un trámite burocrático dilatorio.
SENTIMIENTO DE ABANDONO
A Isabel Santana, integrante de Asoeca 4 en la que están asociados 7 propietarios, apenas se le salvaron 500 matas, el 10.4%, de las 4.800 que le sembraron.
“La Gobernación no nos ha cumplido, nos prometió agua 24/7 y nada de eso se ha dado. El servicio solamente nos llega dos días a la semana”, comentó Santana. Reconoció que “Bean & Co nos ha ayudado en lo que les tocaba y hasta en lo que no les tocaba. Cuando vieron que el plátano se estaba muriendo por falta de agua, instalaron unas motobombas, pero el caudal no era suficiente frente a la muy fuerte sequía”.
“Que la Gobernación cumpla”
La angustia de Santana es que no tiene para pagar los $208 millones que le prestó Banagrario, de los cuales la Gobernación debe aportar $47 millones del ICRA. “El dinero no llega a manos del campesino, está en el banco y lo desembolsan al operador cuando se siembre el cacao”, explicó.
Como los demás afectados, pide que la deuda sea congelada y les condonen los intereses hasta que les aseguren el agua para cultivar. “Por eso queremos hablar directamente con el gobernador Verano”, insistió.
Para el usuario Rafael Coley, presidente de Asocasur, lo que está sucediendo es una muestra de que “nos están dejando abandonados”. Explicó que también vendió su ganado y se endeudó en cerca de $220 millones. A pesar de la amargura que está saboreando, insiste en que el proyecto de cacao y plátano es “muy bueno, siempre y cuando tengamos agua suficiente y oportuna”.
“Hoy tengo una preocupación tremenda porque antes no tenía esa deuda”, confiesa Coley. Sonríe cuando escucha que en broma le dicen que tendrá que sembrar valeriana y toronjil para los nervios.
“Nos dejaron a la deriva”
¿QUÉ INTERÉS HAY EN NO AYUDAR?: BEAN & CO
Así como los usuarios no entienden por qué les cierran la puerta, Bean & Co no encuentra justificación a que la nueva administración departamental desee echar a perder el proyecto y convertirlo en otra frustración social y económica para el sur del Atlántico.
Andrés Cavalli, ejecutivo de la compañía y responsable del área social, dijo a 30dias.co que no son de buen recibo las respuestas y comentarios de la secretaria Marisabella Romero respecto a los compromisos de la exgobernadora.
“La secretaria debe entender que desde 1905 cuando fue creada, la Gobernación del Atlántico es una sola institución, en la que van cambiando los actores o funcionarios, pero los compromisos son para cumplirlos”, expresó.
Se quejó Cavalli de que ahora nadie va a hablar con los campesinos, y explicó que, ante el statu quo, Bean & Co está ayudando en lo que puede porque sin agua no puede avanzar en las siembras.
No entienden por qué la Gobernación dice que no hay compromisos cuando ellos les asignaron el ICRA a las asociaciones, hicieron contratar a través de la CRA la instalación de nuevas tuberías (a cargo del Consorcio Distritos del Sur), la operación del Distrito de Riego, desde marzo, se lo dieron a Funrural y duraron 3 años anunciando, prometiendo, publicitando y comprometiendo a unas familias para que cultivaran cacao y plátano, pero «ahora nadie quiere responder».
30dias.co preguntó si ha existido la petición de dineros o dádivas de parte de los nuevos funcionarios para seguir avanzando en el plan agroindustrial, a lo que Cavalli respondió que no podía hacer ningún comentario. “Una cosa es lo que uno piensa y otra cosa es lo que es”, dijo.
En lo que sí insistió fue en preguntar qué interés existe para no querer ayudar a que salga adelante el proyecto. “Están frustrando una ilusión de mejor vida a gente que no es rica”; “les importa un bledo” lo que está sucediendo.
“El gobernador no pone la cara”
PREGUNTAS SIN RESPONDER
Pese a que desde el jueves 30dias.co envió a la empresa israelí 7 preguntas, entre otras, el costo de los cultivos perdidos y la incidencia que tendrá este retraso en el proyecto, Bean & CO, inexplicablemente, no respondió a través de Katia Navarro, gerente del proyecto.
También resulta inexplicable la falta de respuesta del director de la CRA, Jesús León Insignares, sobre el contrato con el Consorcio Distritos del Sur, por $29.463 millones para la Rehabilitación de la tercera etapa funcional de los distritos de riego de Repelón y Santa Lucía, cuyo representante legal es José María Vecino Villarreal, el mismo empresario que ha incumplido con la entrega de las obras del alcantarillado Cuenca 2 en Palmar de Varela durante la pasada administración de Eduardo Verano. De ese total, en Santa Lucía y Suan deben invertir unos $5.000 millones, dijeron los afectados.
Como la secretaria Romero Sanjuán —candidata en dos ocasiones a la Alcaldía de Manatí y en una de ellas (2019) su campaña ofreció contratos municipales para que la apoyaran— no aceptó la entrevista, 30dias.co no pudo establecer el monto del contrato de operación del Distrito de Riego Santa Lucía – Suan, ni pudo conocer por qué lo hicieron hasta diciembre y por qué aparece como contratista la empresa Puerta del Oro que subcontrata con Funrural, de acuerdo con las denuncias recibidas.
La ex gobernadora Elsa Noguera tampoco se pronunció: uno de los proyectos de su revolución agrícola está al borde del fracaso por los incumplimientos de la nueva administración.