En Barranquilla, como en la mayoría de las ciudades del país, ha sido imposible aplicar la Ley de Patios a estos vehículos.
Son 42.000 metros cuadrados, equivalentes a 161 canchas de tenis, en los que se amontonan 22.440 carros y motos inmovilizados por el Tránsito Distrital de Barranquilla por infracciones que cometieron sus propietarios, quienes no han pagado las multas ni los servicios de grúa y parqueo.
La mayoría están en avanzado deterioro o desintegrados por el paso de los años a sol y sereno. Como no les han podido aplicar la llamada Ley de Patios, la 1.730 del 29 de julio de 2014 expedida durante el gobierno de Juan Manuel Santos, hoy Barranquilla tiene “cuatro cementerios de carros y motos”, en igual número de parqueaderos, a cargo del concesionario Transportes y Grúas.
La Gobernación del Atlántico también tiene su patio de infractores, en el que a la fecha hay 1.314 motocicletas y 157 carros, informó Susana Cadavid, directora del Tránsito Departamental.
Nueve años después de su aprobación, en el país esta norma poco ha servido para solucionar el encarte que tienen alcaldías y gobernaciones con 562.000 vehículos que, al no ser reclamados, no han podido chatarrizar o subastar por abandono.
La Ley de Patios dice que un año después de la inmovilización todo automóvil, camión, taxi, moto, etc., puede ser sometido al avalúo de un perito, reconocido por el Ministerio del Transporte, y tras un debido proceso de notificación al propietario, pueden declararlo en abandono si el dueño no hace nada por recuperarlo.
En caso de que el carro o la moto estén aptos para seguir funcionando, pueden subastarlo; si está deteriorado, la opción es venderlo como chatarra.
Eduardo Varela, gerente de Transportes y Grúas, aclara que la subasta o la chatarrización no se les aplica a los carros y motos involucrados en casos judiciales y están a órdenes de la Fiscalía o de jueces.
“En los patios tenemos gran cantidad de carros y motos, las hay con más de 10 y 15 años inmovilizados, lógicamente están inservibles”, dijo Varela. Es decir, son candidatos a que los chatarricen, pero ha sido imposible hacerlo.
Sin embargo, funcionarios de la Secretaría Distrital de Tránsito y Seguridad Vial, en cabeza de Sandra Herrera, sostienen que la norma es difícil de aplicar para lograr la descongestión de los patios.
Otilia Ordóñez, responsable de la jefatura de Procesos Contravencionales en esta dependencia distrital, se refirió a por qué es inaplicable esta norma.
Audio: “La Ley de Patios tiene fallas”
La secretaria Herrera informó que trabajan en un inventario de los carros y motos inmovilizados para ver qué aplicabilidad pueden darle a la Ley 1.730; manifestó que, además del problema que resulta tener tantos vehículos abandonados existe un “daño ambiental”, por el óxido, la acumulación de gases, entre otras afectaciones, que deben resolver.
Audio: Se necesita un inventario
Paralelo al problema que representa tener 22.440 carros inmovilizados que se pudren día a día, Barranquilla afronta otro que tiene que ver con la acumulación de las deudas que los propietarios de los carros y motos inmovilizadas no han asumido. Según el cálculo, serían más de 100.000 millones de pesos por comparendos y los servicios de grúa y parqueo no pagados.
Como los entes territoriales llevan a cabo mesas de trabajo con la Superintendencia de Transporte y la Policía para modificar el Código Nacional de Tránsito, preguntamos a la secretaría Herrera si están buscando soluciones para evitar que dichas deudas se acumulen y se vuelvan impagables.
Audio: Hay que dar facilidades de pagos
Ante la creciente violación de las normas de tránsito, Ordóñez lamenta que exista una cultura de no pago de las infracciones, al punto de que por la pandemia de Covid-19 el Gobierno Nacional expidió planes de pagos en los que rebajó en un 80% las deudas y decidió condonar las intereses, pero aun así los dueños de carros y motos inmovilizados no pagaron.
Por eso considera que la Ley de Patios debe ser modificada para que su aplicación pueda hacerse de manera rápida, por un lado, para evitar la acumulación de las deudas y, por el otro, para frenar las afectaciones ambientales que causan estos cementerios de vehículos abandonados.
Audio: Un factor de daño ambiental
Como directora del Tránsito del Atlántico, Susana Cadavid afirmó que los vehículos no reclamados “son un mal, un problema, para todos estos organismos en el país y hay que buscar soluciones”.
Reconoció que la mayoría de las entidades de Tránsito tienen habilitados patios a través de contratistas que se quedan con los problemas, porque nadie va a reclamarlos, especialmente las motos. Para Cadavid, “la Ley de Patios se quedó corta en el análisis para solucionar el abandono vehicular”.