La Corporación Regional del Atlántico recomienda a los bañistas estar pendientes a la especie marina que produce picazón y puede causar problemas respiratorios.
Por las aguas cálidas que hoy predominan en el Mar Caribe es normal que colonias de la Fragata portuguesa o Aguamala aparezcan en playas frecuentadas por bañistas, lo que supone un riesgo para su salud, recordó la Corporación Autónoma Regional del Atlántico, CRA, que recomendó “estar alerta” a la presencia de esta especie marina.
Picazón, dolor intenso, vómitos, reacciones alérgicas, problemas respiratorios, irritación e hinchazón en la piel son algunos de los síntomas que este hidrozoo le produce a una persona cuando la roza con sus largos tentáculos y de inmediato libera una toxina urticante.
Pobladores y bañistas que han visitado playas cercanas a Barranquilla, como las de Salgar, Puerto Colombia, Tubará y Santa Verónica, reportaron a través de varios medios de comunicación la presencia de las Aguamala.
Por esa razón, la autoridad ambiental, a través de la bióloga Ayari Rojano Marín, recordó que en esta época “es común la presencia” de la Fragata portuguesa en nuestras playas.
“Hay muchas especies de individuos como este que cada año cumplen sus ciclos biológicos y surten recorridos aprovechando el curso de las corrientes”, explicó la funcionaria. “Nuestra responsabilidad —agregó— es tomar las medidas preventivas correspondientes, para evitar afectaciones a la salud”.
El llamado a la comunidad costera y a los visitantes es que atiendan las siguientes recomendaciones en caso de avistamiento o contacto accidental:
— No toque la Fragata portuguesa, ni viva ni muerta.
— Evite ingresar al mar si se observa su presencia en la playa.
— Si tiene contacto, lave el área afectada solo con agua de mar, y retire los restos de los tentáculos con guantes o pinzas.
— Busque atención médica de urgencia ante el dolor persistente, especialmente si existe riesgo de alergia a la picadura.
¿Por qué la llaman así?
El nombre de Fragata Portuguesa proviene de la forma que tiene muy parecida a los barcos de guerra portugueses del Siglo XVIII, señala la literatura sobre esta especia de frágil figura.
Es muy llamativa por su color azul o purpura. Su parte superior es una vejiga viscosa llena de gas, que le permite recorre grandes distancias impulsado por el viento gracias a su neumatóforo, una especie de flotador, de unos quince centímetros, que le sirve de vela y del que cuelgan los largos tentáculos urticantes, describe un artículo del periodista Sergio Parra, especializado en temas de ciencia, naturaleza, salud y tecnología, publicado en National Geographic.
En mensaje enviado a 30dias.co, el director general de la CRA, Jesús León Insignares, explicó que la presencia de la Fragata Portuguesa puede variar según las condiciones del mar.
“Por eso siempre es prudente informarse sobre las condiciones locales y tomar precauciones adecuadas para evitar cualquier encuentro no deseado”, alertó León.