La duna principal, semejante a una estrella de mar, del Centro de Deportes Náuticos.

Obras del Centro Náutico llevan 4 meses paralizadas y la brisa las está destruyendo

Exigen explicaciones a la Gobernación del Atlántico sobre qué va a pasar con la construcción y cuándo estará lista.

Por José Granados Fernández
X @JoseGranadosF

Frustración e incertidumbre. Este es el escenario que hoy reina en Salinas del Rey en torno al renombrado Centro de Deportes Náuticos de la Gobernación del Atlántico que está paralizado desde diciembre, con un agravante: las ráfagas del fuerte viento que golpean la zona destruyeron el armazón de una de las dunas menores o estructuras de madera que ya estaba listo.

“En la segunda semana de marzo, los vientos, que soplaban muy fuerte, especialmente en las noches, partieron esa estructura, que era de una madera gruesa”, explicó un lugareño en diálogo con 30días.co. “Es que esta vaina agregó la abandonaron desde finales de año”.

En el sitio, durante una labor de reportería, constatamos que sólo quedan algunos trozos pesados de madera. El resto del material del armazón se lo llevaron.

En octubre de 2021 las obras fueron adjudicadas por la Gobernación al Consorcio Salinas del Rey, integrado por Ingenierías y Proyectos de Construcción, Orbe & Urbes Constructora y Aurora Proyectos de Inversión.

La licitación, por 24.167 millones de pesos, tenía un tiempo de ejecución de 14 meses, es decir debían estar listas a finales de 2022, pero hoy en el terreno que abarca los 2.000 metros cuadrados nadie está trabajando. Todo está inconcluso.

En noviembre de 2023, es decir 12 meses más de lo previsto, la ex gobernadora Elsa Noguera anunció que la duna principal, que tiene forma de estrella de mar, estaría lista antes de que terminara el año.

“Sucedió lo contrario: aquí todo se paralizó; los trabajadores, varios de ellos del interior del país, se fueron y se llevaron las maquinarias especiales que usaban para anclar estas grandes estructuras”, contaron residentes de Salinas del Rey, en jurisdicción de Juan de Acosta. “Como estaban sin hacer nada, los tipos, en medio del sol, la brisa fuerte y el golpe de calor, se veían aburridos”, relataron.

“La próxima semana reinician”

A comienzos de enero y a mediados de febrero, en distintas labores periodísticas, 30días.co visitó la obra. Ante la evidente parálisis de los trabajados, la pregunta recurrente a los celadores fue cuándo reiniciaban las obras, y la respuesta siempre fue: “la semana entrante”.

Al conocer la denuncia del abandono y los daños que se presentaron, este domingo regresamos a la construcción y formulamos, nuevamente, la pregunta. Como si fuera un libreto entrenado, la respuesta del vigilante fue exactamente igual a las anteriores.

Pero lo cierto es que hace 120 días nada se ha movido. Hasta el piso de madera de la duna central, desde donde Noguera hizo su anuncio, sigue sin terminar; también bajo el calcinante sol están las pilas de arena y piedras para hacer cimientos, y hay decenas de bloques rojos amontonados. Nada ha sido usado desde entonces.

No hay energía ni avanzaron en la mampostería como lo anunció, también en noviembre, Nury Logreira, ex secretaria de Infraestructura.

¿Queremos saber qué va a pasar?

Como ya no están los obreros ni los ingenieros ni los arquitectos ni los residentes de la obra, no hay quien responda nada, ni explique qué va a pasar. Solo está el celador, acompañado por un par de perros adormecidos por la brisa que no deja de soplar un minuto.

A pocos metros de la duna central, en la playa la práctica de los deportes náuticos sigue “muy activa”, cada vez con más participantes y practicantes, que llegan a las escuelas que funcionan en los chiringuitos o enramadas hechas con maderas náufragas y algunas palmas.

“Esto va a seguir funcionando con o sin Centro Náutico, es la verdad. La gente, local y del extranjero, va a seguir viniendo; lógico, teníamos una gran expectativa con esta obra, pero hoy nos encontramos en medio de la incertidumbre”, dice David Alba, de la escuela Salinas Kite, una de las cinco autorizadas para operar en el área.

“Es preocupante que no hayan terminado el Centro Náutico, y más que ni siquiera vengan a explicar qué sucede. Uno desea saber si estas obras las van a terminar”, reitera el joven instructor.

La comunidad espera respuestas

No obstante las expectativas sobre el proyecto que la Gobernación anunció como un proyecto para atraer el turismo, Alba recuerda que las escuelas hicieron una gran concesión al aceptar la construcción de la estructura mayor del complejo.

Explica que por el sitio donde fue construida la duna central, esta se erige como un “obstáculo estorboso” que corta los vientos que “hacen tan especial, tan mágica e ideal a Salinas del Rey para practicar los diferentes deportes náuticos”.

Reconoce que en la administración de la exgobernadora trabajaron “de la mano, fuertemente, para que la obra fuera una realidad”, pero, desafortunadamente, al final la Gobernación no lo logró.

Igual de inquietos están los residentes de Salinas del Rey. En esta urbanización a orillas del mar hay 128 predios construidos desde hace años. Aunque sus propietarios esperan con especial interés que terminen el Centro de Deportes Náuticos, con recelo observan que la Gobernación del Atlántico no les ha dado explicaciones sobre una serie de inquietudes respeto al “desarrollo planificado y ordenado” que debe tener.

“El beneficio debe ser general, para todos, de manera armoniosa, de la mano de las autoridades”, afirma Juan Carlos Bacca. “Queremos un proyecto que se desarrolle de manera ordenada, no en medio del desorden”, enfatiza Guillermo Estrada, uno de los copropietarios.

El pasado 28 de febrero, el gobernador Eduardo Verano, junto con su equipo de trabajo más cercano, visitó la obra y prometió que “se convertirá en el epicentro mundial de kitesurf”, pero como están las cosas no hay una certeza de cuándo será.

En esa inspección, Iván Urquijo, nuevo director de Indeportes, de acuerdo con un comunicado de la Gobernación, expresó que el Centro de Deportes Náuticos “está en 70 % de ejecución”, y declaró que “ha tenido una inversión cercana a los 28.000 millones de pesos con materiales de alta calidad”.

Sin embargo, las brisas se encargaron de poner en duda esa alta calidad y resistencia al destruir la citada estructura. Además, si el contrato era por 24.167 millones de pesos, porqué Urquijo habla de que pagaron ya 28.000 millones, pero no está terminada la obra.

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