PTAR de Malambo, un lucro cesante.

Procuraduría exige explicaciones por el deterioro ambiental de Malambo

Además del no funcionamiento de la PTAR, el Municipio tiene vencido el Plan de Saneamiento y Manejo de Vertimientos.

“Es de gran preocupación para este ministerio público que en el Municipio no se cuente con un horizonte de planificación en materia de saneamiento”.

La contundente afirmación sobre lo que sucede en Malambo es de la Procuraduría Ambiental que, tras la denuncia que hicimos semana pasada, comenzó a indagar el porqué de la inadmisible realidad que vive esa población: construyeron una Planta de Tratamientos de Aguas Residuales -PTAR- que costó 21.333 millones de pesos, el alcalde Rumenigge Monsalve la recibió de Findeter el 30 de septiembre de 2020, pero, casi un año después, no la ha puesto a operar, con el agravante de que la población continúa contaminando sus dos ciénagas y destruyendo su ecosistema.

Tan grave como que la PTAR no esté operando, resulta saber, de parte de la propia Procuraduría Ambiental, que en Malambo está vencido el Plan de Saneamiento y Manejo de Vertimientos -PSMV-.

Ante esos dos hechos, el procurador ambiental, Carlos Arrieta Martínez, citó a una reunión al alcalde Rumenigge Monsalve, el 1 de septiembre en la sede de la Corporación Autónoma Regional del Atlántico.

En la citación al mandatario malambero, también dirigida al director de la CRA, Jesús León; la secretaria de Agua Potable del Atlántico, Lady Ospina Corso; el director del Área Metropolitana, Libardo García, y el gerente de Aguas de Malambo, Walter Moreno Cardona, el procurador Arrieta exigirá poner en marcha un nuevo al Plan de Saneamiento y Manejo de Vertimientos para que en Malambo “cese la vulneración y/o amenaza de derechos colectivos a un ambiente sano” y la población tenga acceso a una adecuada prestación de los servicios públicos y a que se le garantice la salubridad pública.

Paralelo a esas afectaciones que hoy se registran en la población, la falta del Plan de Saneamiento y Manejo de Vertimientos podría llevar a Malambo a un “atraso significativo en la ejecución de obras y proyectos”, porque no recibiría financiamientos debido al incumplimiento de este instrumento de planificación.

El procurador Carlos Arrieta solicitó también un informe detallado a la CRA sobre cómo están funcionando los Planes de Saneamiento y Manejo de Vertimientos en los restantes 21 municipios del Atlántico, donde han venido haciendo mesas de trabajo.

En cuanto a la PTAR de Malambo, la Procuraduría Ambiental quiere conocer los inconvenientes que se han presentado para la entrada en funcionamiento; asimismo desea saber, de parte de los responsables de esta obra, cuáles son las estrategias y compromisos para que entre en operación.

Para el ministerio público, la no puesta en funcionamiento de esta obra “ha generado en la comunidad en general una serie de inconformidades”, además de que “los recursos naturales se siguen impactando de manera negativa por las aguas residuales sin previo tratamiento que se vierten al cuerpo de agua receptor”.

En efecto, son cerca de 330.000 metros cúbicos mensuales de aguas de alcantarillas que caen a las ciénagas Malambo y Mesolandia.

La construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, a cargo de la Unión Temporal Malambo, terminó en marzo de 2020. Tras recibirla, el alcalde Rumenigge Monsalve la dejó abandonada, sin mantenimiento, lo que ha generado el deterioro y agrietamiento de muros; averías en los motores; oxidación en los quemadores del biogás y otras partes metálicas; robo del cerramiento perimetral y daños en las dos piscinas de oxidación, donde aparecieron seis ‘ballenas’ o abultamientos de la geomembrana, situación que pone en riesgo el futuro funcionamiento de la costosa obra.

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